Desde junio del 2010 el ex-punk (con los Sugarcubes de Björk entre sus acólicos) y comediante Jón Gnarr ocupa el cargo de alcalde de Reykjavik tras una ajustadas elecciones (los miembros de su partido, el Mejor Partido - Best Party, ocupan sólo 6 de las 15 sillas de concejal del consistorio).
Lo bueno de la historia es constatar, que como han hecho otros "actores" como Ronald Reagan (EEUU, 1981-89) o Arnold Schwarzenegger (California, 2003-2011), a veces la fuerza de la popularidad vale su peso en oro en el momento de votar.
El caso de Gnarr es singular (su partido está formado por ex-punks, como Einar Örn de Sugarcubes) ya que todo parece indicar que es alcalde por accidente. Se comenta en la capital que creó su partido en el 2009, medio en broma, tras vivir de cerca los achaques de la crisis financiera que arrasó el país. Entre sus promesas electorales barajó llevar un oso polar al zoo de la ciudad (hacía un par de años que la policía había abatido a uno de ellos, que llegó nadando por la costa), así como ofrecer toallas gratis en las piscinas públicas de la ciudad (algo no banal, ya que según la legislación europea ese cambio de hábitos convertiría las recorridas piscinas a categoría de spa, lo que parece ser que podría aumentar la afluencia de turismo en la ciudad). También se presentó en campaña con un vídeo adaptado del "Simply the Best" de Tina Turner y se ha disfrazado de drag queen en alguna edición de la Fiesta del Orgullo Gay de Reykjavik.
Gunnar Helgi Kristinsson, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Islandia, opina que su popularidad - que no populismo- le alzó a lo alto del consistorio, y aunque confiesa "que su campaña no aportó nada nuevo para solucionar los problemas de la ciudad", los ciudadanos lo votaron más como plan de choque ante el resto de los partidos que se presentaban, la mayoría de ellos de larga tradición política y asociados de una manera u otra a la crisis de 2008-2010.
