Después de estos posts de carácter introductorio, presento a continuación más detalles de mi primera visita a Islandia en bicicleta. En la imagen adjunta podéis ver la ruta recorrida: en bicicleta ( 1.012 km), a pie (28km, por las inmediaciones de la inverosímil Landmannalaugar) y como autoestopista (coche o 4x4, según el caso; 666 km).
Esta ruta la realicé express en escasas dos semanas (13 al 27 de agosto del 2007; no recomiendo a nadie tomarse sólo dos semanas si va en bicicleta) y pasé por los siguientes puntos geográficos: Keflavík (localidad más al oeste del mapa), Grindavík, Selfoss, Skógafoss, Vík, Skaftafell, Jökulsarlón, Djúpivogur, Egilsstadir (localidad más al este del mapa), Reykjahlíd, Godafoss, Ruta F-26, Nyidalur, Landmannalaugar, Stóri Geysir, Gullfoss, Pingvellir, Reykjavík, Keflavík.
Para preparar la ruta me dejé llevar por la intuición, por lo leído en "La isla secreta" de Xavier Moret, y por la inercia (ya comenté en su día que la primera vez que vas allí, pasar parte del tiempo en las inmediaciones la road number 1 es casi obligado). También me ayudó mucho www.bikefreaks.de, un webforum de ciclistas germánicos con multitud de información de rutas en bicicleta por todo el mundo, y con el carácter práctico inherente a la mentalidad centroeuropea, que tanto me gusta. Anímate a consultarlo si dominas el idioma alemán.
De guía consulté antes de marchar una guía generalista de Islandia (Guía Azul, ISBN: 9788480236249; 2008 última edición) aunque no la llevé encima (los españoles tenemos el vicio de ir demasiado cargados en los viajes !?). A posteriori he podido visualizar dos películas islandesas, que aunque sean muy específicas en su ámbito ("101 Reykjavík", Baltasar Kormákur, 2000; sobre la vida nocturna de la capital); la otra no recuerdo el nombre pero podéis contactar con la organización de 100.000 Retinas en Barcelona, que pasó alguna película islandesa en el 2004 en Cine Ambigú-Apolo, y que narraba la soledad de un adolescente en el entorno rural del invierno islandés).
También hay mucha gente que aconseja leerse sus famosas sagas, o cualquier de sus novelistas (hasta hace un tiempo Islandia era el país con más escritores por cápita a nivel mundial) que populan por sus calles, paisajes y granjas fantasmas.
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