18.4.10

Primeras notas en la isla secreta

Curioso hablar de partidas en avión en una de las semanas más problemáticas del tráfico aéreo europeo que se recuerdan. De nuevo, la naturaleza como parte de lección de vida: esta vez ha sido la erupción de otro volcán en la misma zona que hace un mes, concretamente el Eyjafjallajökull, cuya nube de ceninas ha acabado inundando el cielo centroeuropeo. Esto viene a colación para recordar las palabras de Georg Hólm, bajista de Sigur Rôs que en una entrevista en el año 2000 me citó estas palabras: "En Islandia la naturaleza está por encima del hombre".
Mi viaje ese 13 de agosto 2009 partió de bcn con rumbo a London. Pernoctación en los pasadizos de Stanstead, y amanecer con vuelo directo a Keflavík, donde llegué de buena mañana.
El aeropuerto internacional de Keflavík, muy cercano a la zona militar ocupada durante más de cuarenta años por el ejército americano (Islandia no tiene poder militar, y tras la 2ª Guerra Mundial pactó con EEUU la cesión de unos terrenos para logística y asentamiento de marines americanos). En mi último viaje pude visitar la zona, y se trata de la típica colonia donde las calles se parecen, los pisos también, y aún hay algún rastro del antiguo perímetro vallado, puestos de control para entrar a ella, y alguna iglesia evangelista que sorprende al lado de la carretera principal que conduce a Reykjavik.
El aeropuerto es pequeño, sin el estrés propio de los principales aeropuertos internacionales europeos. Rápidamente darás con la salida. Para cambiar moneda tienes dos opciones: usar la taquilla de cambio (sólo está abierta hasta una hora después aproximadamente de la llegada de los vuelos internacionales, por lo que si te despistas montando la bicicleta en la zona de llegada, puede ser que la encuentres cerrada). Sino, justo detrás, pared con pared hay dos cajeros automáticos que aceptan visa o tarjetas de débito.
Los bancos más cercanos con cambio más favorable se encuentran o bien el el pueblo de Keflavík o en la capital.
Si llegas por la mañana, tendrás tiempo de pedalar unas 4-5 horas hasta encontrar tu hostal, camping, o puesto de acampada libre (hasta Reykjavik, pedaleando son unos 45 km) y la capital está rodeada de barrios o ciudades dormitorio, por lo que mejor ir mirando las señales para dar con la entrada que va al centro. Por mi parte, decidí que mi viaje estaba plenamente dedicado a la naturaleza, por lo que dejé la capital para el último día, el quinceavo.
Si decides recorrer tus primeros 45 km con la bici en el maletero de un autobús hasta la capita, aquí tu compañía: Flybus airport shuttle (http://www.re.is/Flybus)
Si llegas de noche, a 2 km del aeropuerto hay el camping Alex, donde podrás pernoctar. También es oportuno intentar guardar la caja de cartón de la bicicleta para la vuelta (ya que en Islandia como comenté hay muy pocas tiendas de bici y no sé si es fácil encontrar cartones, ya que no creo que vendan muchas bicis en un país con ese clima). Allí la podrás dejar con tu nombre el tiempo que requieras (de hecho tienen una habitación sólo para dejar cartones). Creo que cuesta unos 12 euros, si mal no recuerdo.
Otra opción es cubrirla con plástico, para que no se moje, y esconderla entre arbustos en algún punto cercano al aeropuerto, pero bueno esto es una opción para los apurados. Si necesitas comprar comida o botella de gas para la cena, venden en Alex (aunque son caras; más baratas en alguna de las 2 gasolineras de Keflavik). Hay un supermercado a 10 minutos andando de Alex, donde podrás comprar tus primeras provisiones.
Alex Travel Centre (Keflavik)
Alexander Gudmundsson
+35 421 2800 / alex@alex.is
1000 ISK por noche y persona (tiendas)

No hay comentarios:

Publicar un comentario