Selfoss seguramente sea la ciudad menos agraciada de la isla. Incluso los rostros de sus habitantes parecen llevarlo escrito en la cara. Ciudad satélite situada a unos 50 km de la capital, cuenta con una "nutrida" zona industrial y a lo largo la carretera principal -road n.1 que cruza la ciudad de oeste a este- encontrarás la mayoría de servicios (bancos, pasarelas comerciales y supermercados como el Bonus) para cargar alforjas para etapas venideras.
En Islandia uno aprende pronto a repostar cuando se encuentra un pueblo o ciudad de tamaño medio, ya que a veces pueden pasar hasta 300 km sin encontrar una localidad de servicios, por lo que te verás forzado a abastecerte con lo que ofrecen los colmados de las gasolineras, mucho más caras y limitadas de oferta gastronómica. Eso tiene en contra el peso que cargas ya del inicio. Y a favor, el precio así como la variedad de la compra (en supermercados como el Bonus encontrarás de todo).
Siempre viajo precavido con un pequeño candado, aunque en Islandia dicen que no roban bicicletas excepto en la capital. Por lo que es normal encontrar otros cyclers con las bicis y alforjas apoyadas en la entrada de un supermercado sin protección alguna mientras hacen la compra en el interior durante 10-30 minutos. Cada uno que decida lo que les sea más conveniente.
De Selfoss a Vík pasarás por la road n.1 por lo que la densidad de tránsito aumenta, sobretodo en verano, cuando se juntan todos los 4x4 de los turistas que circulan motorizados. Se trata de una etapa llana, con un paisaje eminentemente rural, aunque ya se tienen vistas del primer glaciar, el Eyjafjallajökull, con una altura máxima de 1.666 y que se encuentra a unos 15-20 km de distancia respecto al mar. El contraste es chocante (ver imagen inferior). Un paisaje para los ojos, en los que se funde el mundo rural con la alta montaña, el mar y el hielo, el verde aterrador (nunca he disfrutado de unos tonos de verde al sol como en la zona de Eyjafjallasandur) con los efluentes alimentados por el agua de cascadas procedentes de tal glaciar.
Las temperaturas en el sur suelen ser agradables en comparación con el norte, este y centro de la isla. El único problema es la dirección del viento que puede convertir una apacible pedalada por una carretera de categoría 1 (buen piso, buen asfalto) en un infierno ventoso del que protegerse.
Recuerdo especialmente la cantidad de ríos (una tónica en la mayoría de territorio islandés por el que desemboca el deshielo de alguno de los glaciares que cubren hasta el 12% de la superfície total del país) que hay esta zona, lo que viniendo de un país semiárido, alegra la vista que no te imaginas.
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