Uno de los puntos más turísticos de este trayecto es la obligada parada a la catarata de Skógafoss, a la altura de la localidad de Skógar. Se trata de un salto de agua, impoluto y tajante, de 25 m de ancho y 60 m de alto. Un portento de la naturaleza que no puedes perderte si circulas por esa zona ya que se encuentra a escasos 1,5 km de la carretera principal.
Si tienes suerte y no hace mucho viento puedes realizar unos 120-140 km sin problemas aparentes ya que la carretera sigue bien asfaltada hasta Vík y más adelante.
Esa noche la paso a 1 km de llegar a Vík después de recorrer una zona de estuarios y toboganes preciosa entre Brekkur y Giljur. Cansado, recupero fuerzas después de montar la tienda a última del día. La ventaja de viajar en junio, julio y agosto en Islandia es que se pone el sol muy tarde (de hecho en junio, ni se llega a poner) por lo que en agosto puedes pedalar sin problema hasta las 10.30 de la noche sin riesgo de atropellos.
El lugar donde acampo, con vistas a Myrdalsjökull, promete mucho. La mañana siguiente al despertar, me percato de que posiblemente será de los mejores lugares donde he acampado en la isla. Al menos lo recuerdo de esta manera. Un lugar bucólico como pocos. A la foto justo levantadito me remito.
Amic Sergi... he leido con atención, envidia y devoción cada una de tus frases rebosantes de consejos y adjetivos sobre un territorio absolutamente desconocido para mi...
ResponderEliminarMe identifico con tu manera de vivir los viajes...
Un abrazo fuerte y ánimos para seguir con esa actitud que te lleva a lugares tan interesantes como Islandia...
P.S: yo no sé si llevaría el Ipod.. pero lo que no dejaría por nada del mundo fuera de mis alforjas sería la libreta (o libretas) y un lápiz con su maquineta de afilar correspondiente, ya sé que lo de la maquineta añade peso innecesario y que con un bolígrafo lo solucionariamos, pero soy un amante de los lapiceros...