La octava noche la he pasado en un lugar desierto, rodeado de arena negra, paisaje tosco con vegetación adaptada a terreno volcánico y olor a azufre. Me encuentro a pocos km del desvío de la ruta F88, por la cual pasan la mayoría de 4x4 que quieren llegar a la zona de los volcanes de Herdubreid, Eggert y Askja. Una ruta que realicé en el 2009 y que aparte de ser arenosa (si sopla el viento, el camino puede resultar impracticable para las dos ruedas), también tiene tramos con lava y en el cual se deben cruzar hasta 4 ríos (prepara las chanclas y las alforjas impermeables). Por lo que si vas en coche, abstenerse los utilitarios y los 4x4 de perfil bajo.
Adjunto algunas imágenes con las que me levanté ese día y en el paisaje inabarcable que se abre tras cruzar el río Jökulsá á Fjöllum (uno de los más caudalosos de la isla) por la road n.1.
La zona del Myvatnsöraefi y Ódádahraun es conocida mundialmente por ser localización escogida por la NASA para realizar algunos ensayos preparatorios para astronautas rumbo a la Luna, por tener algunos paisajes y tipología de terreno parecidos a los que puedes encontrar allí arriba. Es un paisaje arenoso con rocas de lava esparcidas a lo lejos, alguna zona de oasis húmedo como Ferjufjall y una sensación de pérdida y abandono, de estar en medio de la nada. Los ojos sólo divisan un puntos en un horizonte infinito. Una jornada que si la realizas en bicicleta desde el cruce que muestra la fotografía inferior, te representará unos 100 duros km hasta Askja.
Un tour de force que, por falta de material técnico, no intenté realizar en el 2007 y, que en el 2009, por falta de tiempo, sólo logré llegar hasta el primer volcán, el Herdubreid, pero nunca conseguí vislumbrar Askja a lo lejos, que como comenté en el apartado anterior parece escondido en el verdadero centro de la isla. Para mí este volcán siempre ha sido un lugar simbólico en la isla, un lugar que ha marcado los límites de cuánto y cómo la climatología y las características de un terreno pueden hacer desistir unas ansías tremendas de conseguir un objetivo. Un lugar donde escuchar la naturaleza y ser consciente de tus propias limitaciones. Antes de llegar al desvío con la F88, encontrarás el desvío de la 864, que conduce al camping de Grimsstadir (uno de los pocos de esta zona) y a una concatenación de cascadas como Dettifoss (naturaleza acuosa en estado puro), Hafragilfoss, Rettárfoss, y Vígabjargsfoss, situadas a lo largo de un cañón de espeluznante belleza. La ruta que sube hasta esta zona y posteriormente Asbyrgi, es una pista de tierra de categoría 3, muy técnica en la que a menudo la rueda delantera se clava en el terreno, con tramos muy arenosos. Una ruta poco recomendable si te coge a última hora del día o con poca visibilidad.
Si optas por no coger ambos desvíos, y sigues por la road n.1 destino Myvatn y la zona del volcán Krafla (una de las erupciones más recientes con su paisaje de lava negra), veràs que a lado y lado de la carretera vas divisando antiguos cráteres, relieves arenosos con vegetación y mucho más tránsito motorizado. Desde que dejé Jókulsarlón hace cuatro días, había pedaleado por carreteras mayoritariamente desiertas. Pero zonas como Myvatn, Dettifoss, Asbyrgi y Krafla son el reverso turístico al norte de la isla, como lo fueron Skaftafell, Skógafoss y Jókulsarlón al sur.
Llevo 8 días en la isla con cerca de 750 km recorridos, y una buena combinación entre días soleados (los primeros) y nublados (desde que entré al sur-este, este y norte). Durante esta jornada las nubes se han replegado al fondo del horizonte y el destello entre el sol diurno y el terreno volcánico recrea paisajes para la memoria.
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