Como comentaba en el post anterior, aprovecho la proximidad de la estación de servicio al inicio de la carretera asfaltada 26, para acercarme a esta destinación favorita de turistas y amantes del trekking. Hago autostop y voy acompañado de tres chicos de Florencia a lo largo del camino pedregoso que se adentra a la zona de Frostastadavatn y Landmannalaugar. Al llegar allí, me percato que se trata de un lugar concurrido, con una zona de acampada, un refugio donde pasar la noche (con cerca de 80 camas), zona de picnic al exterior, un vasto aparcamiento y un río que a modo de agua termal recompensa pies y espíritu tras una larga caminata. Lo bueno del lugar es que es suficientemente amplío para perderse, aunque hay rutas pedestres bien marcadas y poco exigentes que en forma de loop parten de la zona de acampada y vuelven a pies del refugio. Es el primer día que no dispongo de bicicleta y aprovecho para hacer una excursión de un par de horas. En el camino no dejo de tirar fotos mientras observo que que hay rutas que siguen adentrandose hacia Kirkjufell, Tindafjall y, que llevan, tras unos 4-5 días (aventuro) de trekking a Kirkubaejarklaustur. Me comentan que la posibilidad de pernoctar durante la ruta está asegurada ya que hay varios refugios en el camino.
Un repaso a wikipedia no deja lugar a dudas: esta zona es una de las preferidas de los montañeros por su peculiar paisaje trufado de montañas de riolita y campos de lava. Los colores abarcan elmarrón y el negro, pero también el verde, el amarillo, el azul, el lila, el rosa y el blanco. Un abanico de colores que sacia la curiosidad de cualquiera (crean un paisaje visual inverosímil) y que tiene como colofón la experiencia final de sumergirse en aguas termales, a 100 m del refugio, cuando la sensación al exterior es de escasos 5 grados en agosto. Toda la zona sólo está abierta de junio a finales de setiembre, y en el caso de las aguas termales nos recomendable estar en ellas más de 10 minutos, aunque la sensación reconfortante invite a pasar allí unas horas.
Paso medio día a Landmannalaugar, vuelvo con un par de suecos y des de la estación de servicio me conducen a Selfoss (115 km) una pareja de israelís bastante frikis.
¿Porqué Selfoss? En esta localidad, por la cual ya había pasado hacía unos días, hay una de las pocas tienda de bicis donde me pueden arreglar la bicicleta...
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