Desde coronar al puerto de Hrafnseyrarheidi, en el que por cierto hay un minúsculo refugio de montaña chapado en plancha roja y algo descuidado por dentro, y a lo largo del descenso hacia Pingeyri el paisaje se abre en un verdor infinito con las aguas al final del valle a lo hondo. Recuerdo esos quilómetros con especial estima.
sa misma mañana me dirijo a Ísafjordur, después de salvar los cerca de 7 km del túnel que desemboca a pocos quilómetros de dicha localidad. Ísafjördur tiene aire polar, con una latitud superior a 66º (la que indico en el titular del post es la más alta que alcancé durante el viaje). Más al norte poca vida queda.
Sí es cierto que se puede acceder al otro lado del fiordo tomando el ferry pero la última de las penínsulas que quedan más al norte de los fiordos del este es casi inhabitable. Sé que hay grupos organizados que haciendo trekking se han acercado hacia la latitud del círculo polar en la zona de Hornstrandir, pero poco más puedo contar. El acceso allí, incluso bordeando el fiordo Isafjardardjup sólo consigue llevarte a la localidad de Unadsdalur.
Isafjördur tiene cierto toque turístico, seguramente sea por tamaño la localidad más grande de los fiordos del este, y por las dimensiones del puerto, se da por contado que era uno de los enclaves marítimos más importantes durante la época dorada de la pesca islandesa.
Allí aprovecho para enviar un mensaje a familiares y amigos, dando señales de vida tras 9 jornadas pedaleando. A partir de allí la carretera serpentea con acusado vaivenes (dentro y fuera del fiordo a lo largo de 6 fiordos hasta la localidad de Reykjanes. Me dispongo ese mismo día a retomar este trayecto poco agradecido (ves lo mismo de ida que de vuelta cuando bordeas un fiordo), aún sabiendo que el que se quiera ahorrar las molestias puede tomar un autobús en Isafjördur para hacer en medio día los 180 km; probablemente en bicicleta serán de 2 a 3 días.
Por cierto, y siguiendo con la iconografía musical. Cerca de Ísafjördur, en la localidad de Bolungarvík, y concretamente en su faro (aunque tengo que confesar que no contrastado dicha información), los magníficos múm grabaron su segundo disco "Finally we are no one" (Fat Cat Records, 2002). Esta vez no decidí acercarme al spot.
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